Synopses & Reviews
El Capí tulo Uno
El Nacimiento de Rená n, su Familia y Otras Cosas Má s
¡ Doñ a Virginia! ¡ Doñ a Virginia! ¡ Venga rá pido que un puerco se está llevando a Renancito!
-- ¡ Ay Dios mí o, ¿ có mo puede ser si lo acabo de bañ ar ayer?! ¡ A este cipote todo le pasa!
Es la primera taza de café . Otras dos má s vendrá n antes del final de esta conversació n. Up p artificial -- siempre las del sobrecito azul, que es la ú nica que toma -- y mientras la cuchara se sumerge y empieza a dar vueltas tratando de mezclar el dulce con el amargo, Rená n se sumerge en sus recuredos que tambié n son dulces y amargos. Sin mirarme, con sus ojos negros puesos en la taza al frente suyo, aspira el aroma que asciende arropado en humo, y la memoria que tambié n es eté rea y vuela, se transforma en suspiro como preá mbulo de las palabras viejas que ya llegan.
-- Pues empecemos por el principio -- me dijo con la resignació n del sentenciado. Yo nací un 18 de noviembre de 1953 en Honduras, en un pequeñ o pueblo llamado Lepaterique que queda creo a cuarenta o cincuenta minutos de Tegucigalpa. Ya no recuerdo bien. Tegucigalpa es la capital, por cierto. Yo nací a los dos de la tarde. Mientras todos estaban echando la siesta, mi mamá estaba pujando. Ella decí a que a todos los que nacen de dí a les encanta la vida nocturna. Y así salí yo. Yo viví muchos añ os de noche. Desde adolescente me gustaba refugiarme en la penumbra de la noche y convertirme en una de sus sombras. Tanto así querecó nditos de la finca para darnos su pecho o nos daba a escondidas en la noche. Y así mi mamá me dio de lactar hasta que yo tení a cuatro añ os.
-- Mire, yo estaba jugando pelota o a lost hoyitos por ahí afuera con mis amigos y en medio del partido me daba ganas y me iba corriendo donde ella que simpre estaba ocupada pero tambié n siempre estaba dispuesta a darme gusto con ese amor infinito de madre, y se abrí a su blusa y me ofrrecí a uno de sus pechos santos y yo bebí a del né ctar de vida y regresaba a jugar pelota con má s ganas todaví a.
-- No le puedo creer -- le dije incré dulo y admirado.
-- Y eso no es todo -- agregó con su mirada pí cara --. Le voy a contar algo. Mi papá tení a una cabra que daba leche. Y de esa leche nos dabad a nosotros, sin pasteurizar ni nada. Cuando la cabra tuvo sus crí as, estaba lista siempre para dar leche. Entonces, yo solito me metí a debajo de la cab agarraba la teta y de ahí mismo mamaba la leche. Al final, escupí a los pelos y ó rale a seguir jugando. Quizá s por eso soy tan sano y tan mamó n --. Y se lanza a reí r con tantas ganas y gusto que las mejillas se le suben hasta los pá rpados y le enchinan los ojos.
Synopsis
Los secretos nunca antes contados sobre la vida de El Cucuy, revelados por el mismo Renán Almendárez Coello
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Los secretos nunca antes contados sobre la vida de El Cucuy,revelados por el mismo Renand#225;n Almendand#225;rez Coello
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Los secretos nunca antes contados sobre la vida de El Cucuy, revelados por el mismo Renán Almendárez Coello
About the Author
Born in Honduras, Renan Almendarez Coello began his radio career at age 15. He moved to the United States in 1982 and is currently the top radio personality in Southern California. Features on him have been written in Time magazine, Brills Content, with extensive coverage of his domination of California airwaves featured in the LA Times.