Excerpt
Secreto De Selena (Selenaand#8217;s Secret) andlt;link rel="stylesheet" type="text/css" href="../styles/9781476766065.css"andgt; andlt;h2 andgt;andlt;a id="page_1"andgt;andlt;/aandgt;CAPand#205;TULO 1andlt;/h2andgt; andlt;h2 andgt;El 31 de marzo de 1995: Se apagand#243; una estrellaandlt;/h2andgt; andlt;BRandgt;and#8212;and#161;Le han disparado a Selena! and#8212;gritand#243; alguien. Yo lo escuchand#233; cuando venand#237;a por un pasillo de Univision, poco despuand#233;s de las dos de la tarde. Iba camino a la sala de redacciand#243;n del Departamento de Noticias de la cadena, donde estand#225;n las oficinas de mi programa Primer Impacto. En un principio, entendand#237; equivocadamente que la vand#237;ctima del balazo haband#237;a sido Selegna, una psand#237;quica bastante conocida en Miami, que a menudo sale por televisiand#243;n. De inmediato pensand#233; que se trataba de una conspiraciand#243;n, de un plan organizado para acabar con psand#237;quicos y astrand#243;logos, pues hacand#237;a una o dos semanas, en esta misma ciudad, haband#237;an asesinado a tiros a una astrand#243;loga que tenand#237;a un programa de radio. A lo mejor se trataba de un asesino en serie molesto con su horand#243;scopo. Ya la ciudad de Nueva York contaba con el llamado asesino del zodand#237;aco, a quien bautizaron asand#237; despuand#233;s que amenazand#243; con matar a una andlt;a id="page_2"andgt;andlt;/aandgt;persona al comienzo de cada signo zodiacal. En fin, and#233;sa es la manera land#243;gica de llegar a conclusiones despuand#233;s de trabajar tantos aand#241;os en un programa como el mand#237;o, en el que presentamos las noticias mand#225;s insand#243;litas del mundo.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;Entrand#233; en la sala de noticias con la adrenalina a milland#243;n y les pedand#237; a las productoras que contactaran de inmediato a Walter Mercado, el internacionalmente famoso astrand#243;logo que estand#225; a cargo del segmento del horand#243;scopo de nuestro show, para que nos diera su reacciand#243;n ante lo que estaba pasando. Todas me miraron extraand#241;adas, no saband#237;an a quand#233; yo me estaba refiriendo. Marand#237;a Land#243;pez, la productora ejecutiva de Primer Impacto, me haband#237;a estado observando de lejos y sin yo tener que explicarme, supo lo que estaba pasando por mi mente. Parece que el cerebro de ella funciona de una manera parecida. Se me acercand#243; para dejarme saber que yo haband#237;a escuchado mal y poner en claro la verdadera identidad de la victima. and#8220;No es Selegna. Es Selena, la reina del Tex-Mexand#160;.and#160;.and#160;. y parece que la cosa es seriaand#8221;.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;Tan pronto como Marand#237;a terminand#243; de pronunciar esas palabras, todos nos quedamos en silencio. Mis compaand#241;eros se haband#237;an enterado de la noticia apenas unos segundos antes que yo y todavand#237;a no se recuperaban. Selena haband#237;a estado en nuestro programa varias veces como artista invitada, la and#250;ltima vez, hacand#237;a apenas tres semanas. Esta vez la vand#237;ctima no era un nombre sin rostro, sino alguien que conocand#237;amos. A todos nos caand#237;a bien porque a pesar de su fama nunca tenand#237;a actitudes de superestrella. Al contrario, era muy sencilla.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;No haband#237;a pasado un instante, cuando reaccionamos. and#161;Haband#237;a que interrumpir la programaciand#243;n de inmediato para dar a conocer el suceso! Nuestro compromiso profesional tenand#237;a prioridad, en ese momento, sobre cualquier sentir a nivel personal.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;Una extraand#241;a electricidad se apoderand#243; del grupo. Es esa corriente especial que azota a todo periodista cuando estand#225; frente a una andlt;a id="page_3"andgt;andlt;/aandgt;noticia impactante. Un voltaje instantand#225;neo que nos sirve de gasolina para trabajar largas horas con entusiasmo, sin importar el cansancio, ni el hambre. Ese dand#237;a lo and#237;bamos a necesitar.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;Empujados por esa energand#237;a indescriptible, todos entramos en acciand#243;n. En quince segundos yo estaba sentada en el escritorio del noticiero Univision, frente a las cand#225;maras ubicadas en la misma sala de noticias. No me hubiese dado tiempo de correr al estudio donde se realiza Primer Impacto, al otro lado del edificio. Ante una noticia asand#237; no se puede desperdiciar ni un segundo mand#225;s de lo estrictamente necesario. Mientras me ponand#237;a el micrand#243;fono a toda velocidad y me colocaba el IFB en la oreja, se hacand#237;an las gestiones para romper la programaciand#243;n. El IFB es un cable que nos permite escuchar instrucciones de la productora y del director, que se encuentran en la sala de control. Ese mand#225;gico aparato nos ha salvado la vida infinidad de veces cuando, como en este caso, entra una noticia de and#250;ltimo momento y es necesario improvisar.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;Recuerdo haber dado vuelta y ver a un ejand#233;rcito de personas pegadas al teland#233;fono, buscando frenand#233;ticamente todos los detalles sobre lo que estaba pasando con Selena. Haband#237;a una gran tensiand#243;n. Estand#225;bamos corriendo contra el reloj, tratando de salir con la noticia antes que nadie. La meta era incluir la mayor cantidad de informaciand#243;n posible en ese primer boletand#237;n. Saband#237;amos que Selena haband#237;a sido baleada en un motel de Texas y que luego la haband#237;an llevado al hospital, donde estaba siendo operada de emergencia. Aparte de eso, todo era un misterio. No haband#237;an pasado ni diez minutos desde que primero escuchand#233; la noticia, hasta que saland#237; al aire en vivo, para anunciar lo que haband#237;amos confirmado hasta el momento: and#8220;Buenas tardes, les habla Marand#237;a Celeste Arrarand#225;s. Interrumpimos el programa que estand#225;n viendo para informarles que Selena Quintanilla Pand#233;rez, la cantante del grupo Los Dinos, ha recibido un balazo y se encuentra en condiciand#243;n crand#237;tica en el andlt;a id="page_4"andgt;andlt;/aandgt;Memorial Medical Center de Corpus Christi. En este preciso momento estand#225; siendo intervenida quirand#250;rgicamente. Selena fue vand#237;ctima del disparo en el motel Days Inn de esa ciudad, aand#250;n se desconocen los detalles del incidente. La informaciand#243;n estand#225; entrando por cuentagotas. Tan pronto sepamos mand#225;s sobre lo que pasand#243; en el hospedaje y sobre el estado de salud de la cantante, regresamos con ustedesand#8221;. Lo logramos; fuimos los primeros. Normalmente, and#233;so es motivo de celebraciand#243;n y orgullo, pues en el mundo de las noticias, tener credibilidad es lo mand#225;s importante y eso sand#243;lo se consigue estando a la vanguardia, con la informaciand#243;n mand#225;s precisa. Pero en esta ocasiand#243;n la victoria era agridulce porque la noticia no podand#237;a ser mand#225;s triste, ni tocarnos mand#225;s de cerca.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;Terminado el boletand#237;n informativo, fui a mi computadora. Ni siquiera las agencias noticiosas, que le dan servicio a todos los medios, se haband#237;an enterado, pues todavand#237;a no haband#237;a nada en los cables de prensa sobre lo que estaba pasando en Texas. Eso querand#237;a decir que le llevand#225;bamos una gran delantera a todo el mundo.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;Los teland#233;fonos de Univision no dejaban de sonar. La gente llamaba incrand#233;dula, con la esperanza de que le dijand#233;ramos que haband#237;amos cometido un error. A estas alturas, ni siquiera nosotros imaginand#225;bamos que estand#225;bamos ante la noticia mand#225;s importante del aand#241;o para los hispanos.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;Los miembros de nuestro equipo no daban abasto buscando videos de Selena, llamando al motel Days Inn, al hospital, a la casa de la cantante, a su boutique, a sus amigos, a sus parientes. Las informaciones eran contradictorias.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;Volvand#237; a sentarme en el escritorio del Noticiero Univision. Otra vez me conectand#233; a todos los aparatos de comunicaciand#243;n. Me puse a hacer apuntes sobre lo que saband#237;a de la carrera musical de Selena. Querand#237;a estar preparada en caso de que hubiese algand#250;n desarrollo importante, y gracias a esa iniciativa, lo que vino a continuaciand#243;n no me tomand#243; desprevenida. Pasaron un par de minutos, andlt;a id="page_5"andgt;andlt;/aandgt;cuando la productora a cargo del programa ese dand#237;a me informand#243;: and#8220;Hay malas noticias, del hospital nos dicen que Selena estand#225; peorand#8221;. La vicepresidenta de noticias, Alina Falcand#243;n, dio and#243;rdenes para que interrumpiand#233;ramos nuevamente la programaciand#243;n regular. Fue una decisiand#243;n trand#225;gicamente acertada. En el momento preciso en que abrand#237; la boca para hablar sobre esta and#8220;noticia de and#250;ltimo momentoand#8221;, y cuando estaba a punto de decir que Selena estaba herida, la productora me confirmand#243; al oand#237;do, justo a tiempo, lo que todos temand#237;amos: and#8220;Estand#225; muertaand#8221;.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;Esas dos palabras me dejaron frand#237;a por dentro, como si me hubiesen tirado encima un cubo de agua helada. Muchos sentimientos y pensamientos pasaron por mi mente en un miland#233;simo de segundo. Aand#250;n asand#237;, reaccionand#233; rand#225;pidamente. Ni mi cara, ni mis palabras me traicionaron. Me escuchand#233; a mi misma anunciar que Selena haband#237;a fallecido.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;Cuando terminand#243; el boletand#237;n especial, lo primero que pensand#233; fue en lo joven que era Selena. and#161;Tenand#237;a sand#243;lo veintitrand#233;s aand#241;os! and#191;Quand#233; pudo haber sucedido? Una ola de rumores entrand#243; de golpe en los prand#243;ximos minutos. Escuchamos cosas terribles. Alguien oyand#243; una conversaciand#243;n en la frecuencia de radio interna de la policand#237;a de Corpus Christi durante la cual unos oficiales decand#237;an que todo se debiand#243; a un triand#225;ngulo amoroso entre Selena y el tambiand#233;n casado cantante de mand#250;sica Tex-Mex Emilio Navaira. Supuestamente, la esposa de and#233;ste le haband#237;a disparado a Selena tras sorprenderlos abrazados en el motel. El rumor se comentand#243; en unas estaciones de radio, pero pronto se descartand#243; como incierto. Luego, se rumoreand#243; que la haband#237;a matado su ayudante en un episodio con ciertos visos de lesbianismo. Nada dijimos de estas barbaridades hasta tener claro quand#233; haband#237;a sucedido. Nunca sucumbimos ante la tentaciand#243;n de repetir cosas a la ligera, sand#243;lo para agrandar la noticia. Por eso me siento orgullosa de que en nuestro programa nunca se dijo nada que no fuese estrictamente cierto. Mi equipo andlt;a id="page_6"andgt;andlt;/aandgt;comparte esos valores periodand#237;sticos, y aunque hay quien dice que nuestro programa es sensacionalista, ese dand#237;a probamos and#8212;una vez mand#225;sand#8212; que, ante todo, Primer Impacto es responsable.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;A media tarde, sand#237; que extraand#241;and#233; a mi querida compaand#241;era de programa Myrka Dellanos-Loynaz. and#161;Dio la casualidad que ese dand#237;a estaba libre! Cuando hay dos presentadores, en una situaciand#243;n como and#233;sta, la carga es mucho mand#225;s llevadera. No sand#243;lo se divide el trabajo, sino que al momento de ir al aire con el programa en vivo, es mucho mand#225;s fand#225;cil salir de un aprieto. Cuando ella y yo dialogamos, mientras una habla la otra piensa lo que va a decir, o escucha instrucciones por el IFB. Cuando es una persona sola, y es necesario improvisar porque hay un cambio de and#250;ltima hora o una nueva informaciand#243;n, uno tiene que simultand#225;neamente concentrarse en lo que estand#225; diciendo y escuchar las and#243;rdenes que le imparten al oand#237;do desde la sala de control. Creand#225;nme, es un arte escuchar y hablar al mismo tiempo, y que lo que uno estand#225; diciendo suene land#243;gico y coherente. Es luego de aand#241;os de entrenamiento, que se logra obtener esa habilidad.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;En un momento dado recibimos la llamada de la reportera que haband#237;amos enviado al motel Days Inn. Acababa de confirmar que a Selena le disparand#243; la mujer que administraba su negocio de ropa. Su nombre era Yolanda Saldand#237;var. Haband#237;a mand#225;s: en ese preciso momento, la sospechosa estaba parapetada dentro de una camioneta, en el estacionamiento del hospedaje. Tenand#237;a una pistola apuntando a su cabeza y amenazaba con matarse.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;Las productoras se movilizaron. Buscaban conseguir a toda prisa un satand#233;lite desde Corpus Christi para sacar imand#225;genes en vivo desde el Days Inn. Esta vez, para ahorrar tiempo, transportamos una cand#225;mara de televisiand#243;n hasta mi escritorio, localizado en la misma sala de redacciand#243;n, y desde alland#237; transmitimos en vivo un boletand#237;n especial para dar a conocer la nueva informaciand#243;n. Se vio tan dinand#225;mico, que hicimos los demand#225;s boletines desde el mismo andlt;a id="page_7"andgt;andlt;/aandgt;sitio. Lo bueno de hacerlos desde alland#237; era que tenand#237;a la computadora al alcance de la mano y podand#237;a seguir trabajando en el libreto para el programa de esa tarde. No tenand#237;a ni que moverme y si durante un boletand#237;n saland#237;a algand#250;n dato nuevo, podand#237;a leerlo directamente de la pantalla de mi computadora e incluirlo en esa transmisiand#243;n.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;Cuando faltaban unos pocos minutos para el comienzo de Primer Impacto, pasand#233; por la sala de control, camino al estudio. Todo era una locura. Entraban tantos cables de prensa al mismo tiempo que la mand#225;quina que los imprime parecand#237;a una cascada de papel. Los teland#233;fonos sonaban sin parar. El director impartand#237;a instrucciones. En las diferentes pantallas de televisiand#243;n podand#237;a ver a una decena de nuestros reporteros preparand#225;ndose para salir en vivo durante el programa. Esperaban su turno frente a la boutique de Selena en Corpus, frente a su tienda de San Antonio, en el hospital, frente a la casa de la cantante. Nuestro corresponsal en Los and#193;ngeles ya tenand#237;a a varias personas en fila, esperando para dar su reaccciand#243;n ante lo acontecido. Marand#237;a Land#243;pez atendand#237;a dos teland#233;fonos a la vez, dando and#243;rdenes a cada uno de los bureaus de Primer Impacto en Texas que tenand#237;a en land#237;nea. Ella colgand#243; abruptamente uno de los auriculares, dio un golpe sobre la mesa con su puand#241;o y le dijo a la persona que atendand#237;a en la otra llamada: and#8220;and#161;Quiero imand#225;genes en vivo del parapetamiento, ahora mismo; tenemos que empezar con eso!and#8221;. Para hacer su trabajo, una productora ejecutiva debe tener un carand#225;cter fuerte y para nuestra suerte, a ella le sobra.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;Caminand#233; hasta el estudio, sabiendo que el libreto que tenand#237;a en la mano, y en el que haband#237;a trabajado toda la tarde, tal vez no me servirand#237;a de nada. Programas asand#237;, no se pueden planificar, pues la noticia continand#250;a desarrolland#225;ndose. Una vez en el escritorio de Primer Impacto, respirand#233; profundamente. Estaba lista para lo que me esperaba. Estos momentos de tensiand#243;n e incertidumbre son los mand#225;s andlt;a id="page_8"andgt;andlt;/aandgt;emocionantes de nuestra profesiand#243;n, y para mand#237;, un reto fascinante. Es una pena que todo fuera a raand#237;z de una pand#233;rdida tan grande, pero por desgracia casi siempre es asand#237;. Las noticias de envergadura son usualmente trand#225;gicas.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;Al tope de la hora, abrimos la ediciand#243;n. Durante los titulares del programa, Marand#237;a me advirtiand#243; que tenand#237;amos un problema de sonido con la seand#241;al del satand#233;lite de Corpus. Si no logrand#225;bamos resolverlo a tiempo, empezarand#237;amos con nuestro corresponsal en San Antonio. No era lo ideal, pero parecand#237;a no quedar otro remedio. Cuando comencand#233; a hablar sobre los eventos de la tarde, me dijeron por el IFB que and#8220;alargaraand#8221; porque estaban a punto de corregir el problema con la seand#241;al. and#8220;Alargarand#8221; es jerga televisiva para and#8220;improvisarand#8221;, para matar el tiempo hablando en lo que se resuelve un problema tand#233;cnico. Ese es otro and#8220;arteand#8221; que hay que dominar frente a las cand#225;maras. Por suerte, fue sand#243;lo cuestiand#243;n de segundos. Tan pronto la productora me dijo las palabras mand#225;gicas: and#8220;Estamos listos, vamos con el moteland#8221; presentand#233; a nuestra reportera apostada alland#237;. Fue impresionante ver la escena en el Days Inn. Decenas de policand#237;as, armados hasta los dientes, rodeaban un vehand#237;culo. De lejos, apenas se podand#237;a distinguir a la pequeand#241;a mujer que estaba adentro.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;En el and#225;rea del parapetamiento la policand#237;a tenand#237;a a la prensa al mand#225;rgen de lo que estaba pasando. Ahora entiendo por quand#233;. Las negociaciones para que Yolanda Saldand#237;var se entregara no avanzaban. Ella se mantenand#237;a en comunicaciand#243;n con los agentes a travand#233;s de un teland#233;fono celular que estaba instalado en la camioneta, pero en la otra mano seguand#237;a apretand#225;ndo el revand#243;lver contra la sien. En mand#225;s de una ocasiand#243;n pidiand#243; que sacaran de alland#237; las cand#225;maras de televisiand#243;n. Meses mand#225;s tarde, durante el juicio en su contra, se supo verdaderamente cuand#225;n tensas y dramand#225;ticas fueron las conversaciones entre la sospechosa y los oficiales. Esa tarde, nadie imaginaba que Yolanda estaba haciendo declaraciones andlt;a id="page_9"andgt;andlt;/aandgt;impactantes dentro de la camioneta y, menos aand#250;n, que todo estaba siendo grabado.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;En el mismo Corpus Christi nos fuimos en vivo a otro local, con la conferencia de prensa de un personaje hasta ese momento poco conocido: Abraham Quintanilla, el padre de Selena. Quebrado por el dolor, manteniendo apenas la compostura, confirmand#243; lo que ya saband#237;amos y respondiand#243; a las preguntas de algunos reporteros. Afirmand#243; que la principal sospechosa era empleada de su hija y declarand#243; que desde hacand#237;a un tiempo tenand#237;an problemas con ella porque les estaba robando. A simple vista todo parecand#237;a muy sencillo. La verdad, como verand#225;n, era mucho mand#225;s complicada.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;De ahand#237; fuimos en vivo a otras partes de Texas y a California, donde la gente tambiand#233;n lloraba por Selena. En la sala de control estaban maniobrando con todos los satand#233;lites, para sacarlos todos a tiempo sin que se acabara la and#8220;ventanaand#8221; de tiempo que permite su transmisiand#243;n. En otro segmento del programa hablamos en vivo con un afligido miembro de los Barrio Boyzz, el grupo musical hispano con el que Selena haband#237;a grabado un video hacand#237;a poco. Lo localizamos en Puerto Rico. Su voz entrecortada hizo evidente que se acababa de enterar de la noticia.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;En medio del corre y corre, un productor entrand#243; a la sala de control con un video exclusivo, nunca antes visto, para que lo pasand#225;ramos en el programa. Alguien haband#237;a desenterrado la cinta de la videoteca de nuestra emisora afiliada en Corpus Christi, Texas, y acababan de enviand#225;rnosla vand#237;a satand#233;lite. En el video, que haband#237;a sido filmado hacand#237;a unos meses, aparecen Selena y Yolanda durante la inauguraciand#243;n de una de las boutiques de ropa de la cantante, Selena Etc. Las imand#225;genes apenas duran unos doce segundos, pero durante ese tiempo las protagonistas parecen experimentar una amplia gama de emociones. Se les ve solas, en un rincand#243;n, habland#225;ndose al oand#237;do. Selena parece estar compartiendo andlt;a id="page_10"andgt;andlt;/aandgt;una confidencia con Yolanda. Se ve como Yolanda primero reacciona con seriedad, sorpresa, y finalmente con diversiand#243;n. Viand#233;ndolas asand#237;, cuchicheando y riendo, era fand#225;cil determinar que entre ellas exisitand#237;a una gran compenetraciand#243;n. Pero, and#191;Cuand#225;l era el secreto? and#191;De quand#233; hablaban tan misteriosamente? Pasamos el video en cand#225;mara lenta y su efecto fue escalofriante. Se veand#237;an tan unidas, tan amigasand#160;.and#160;.and#160;. y pensar que hacand#237;a sand#243;lo unas horas, una de ellas haband#237;a acabado con la vida de la otra! and#191;Quiand#233;n lo dirand#237;a? Aand#250;n hoy, despuand#233;s de tanto tiempo, cuando veo esa cinta se me pone la piel de gallina. Sin duda, demuestra que una imagen vale mand#225;s que mil palabras.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;Al ver la interacciand#243;n de ambas en el video, los rumores de lesbianismo entre las dos aumentaron. Aquand#233;llos que no conocand#237;an a los protagonistas de este drama y no tenand#237;an idea de lo que haband#237;a sucedido, llegaban a sucias conclusiones, sand#243;lo porque el disparo ubicand#243; a dos mujeres en el cuarto de un motel. and#8220;A mand#237; me parece que ahand#237; hubo algo raroand#160;.and#160;.and#160;.and#8221;. escuchand#233; decir a un amigo tand#233;cnico que operaba una de las cand#225;maras del estudio, durante una pausa comercial. Me molestand#243;, no sand#243;lo el comentario en sand#237;, sino tambiand#233;n porque detectand#233; en su tono cierto goce morboso ante la suposiciand#243;n. Sentand#237; que otro camarand#243;grafo vecino me leyand#243; el pensamiento porque lo cortand#243; de mala manera: and#8220;Ay, chico, dand#233;jate de cosasand#160;.and#160;.and#160;. and#161;quand#233; mente tan podrida!and#8221;.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;En resumen, le dedicamos el programa en su totalidad al tema de la muerte de Selena. Hasta nuestro meteorand#243;logo, John Morales, que estaba como siempre enfrascado en sus satand#233;lites y pronand#243;sticos y no se haband#237;a enterado de lo que haband#237;a pasado, tuvo que hacer a and#250;ltima hora un anand#225;lisis del tiempo en Corpus Christi. Esa noche iba a lloverand#160;.and#160;.and#160;.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;Para cerrar, repetimos una porciand#243;n de esa entrevista que le haband#237;amos hecho a Selena unas semanas antes. Irand#243;nicamente, se haband#237;a convertido en el and#250;ltimo reportaje que ella concediand#243; en andlt;a id="page_11"andgt;andlt;/aandgt;vida. Verla en esas imand#225;genes hablar de sus planes futuros, le daba una dimensiand#243;n inesperada, le helaba la sangre a cualquiera. Recuerdo que habland#243; de la casa de sus sueand#241;os. Haband#237;a comprado diez acres de terreno en Corpus, cerca de unos jardines botand#225;nicos y describiand#243; como en los atardeceres, cientos de pand#225;jaros pasaban volando. Querand#237;a construirla mirando a un lago localizado dentro de la propiedad porque and#8220;era la vista mand#225;s romand#225;nticaand#8221;. Ya nunca podrand#237;a ser.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;Gracias a Dios, el programa saliand#243;, como decimos en nuestro negocio, and#8220;limpioand#8221;, que quiere decir sin errores tand#233;cnicos. El pand#250;blico jamand#225;s supo que estuvimos caminando sobre el filo de una navaja de principio a fin.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;Las horas que Yolanda estuvo parapetada se hicieron interminables. Nosotros estand#225;bamos listos para un desenlace en cualquier momento. Como nuestra ediciand#243;n nacional no se ve en California sino hasta tres horas despuand#233;s, siempre que hay nuevos desarrollos en una noticia importante, trabajamos hasta mand#225;s tarde para ir en vivo con la costa oeste. En este caso, era imprescindible hacerlo. Por eso hicimos un programa completamente nuevo para nuestra audiencia en la costa oeste. Pero, cuando terminamos, a las nueve de la noche hora de Miami, las negociaciones entre la policand#237;a y Yolanda todavand#237;a continuaban.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;Para colmo, nos salimos de una para meternos en otra. Como era viernes, tuvimos que empezar a preparar de inmediato un especial sobre lo sucedido para nuestra prand#243;xima ediciand#243;n nocturna del martes. Lo primero que hicimos, fue mandar al entonces encargado del segmento de espectand#225;culos de nuestro show, Mauricio Zeilic, a Corpus Christi a cubrir la nota de los funerales. A pesar de que and#233;l preferand#237;a que le avisaran con tiempo cuando iba a viajar, para mentalizarse contra su habitual pand#225;nico a los aviones, pudo controlar sus miedos frente a una noticia de tanta importancia. and#8220;and#191;Cuand#225;ndo salgo?and#8221;, preguntand#243; mansito. andlt;a id="page_12"andgt;andlt;/aandgt;A las pocas horas estaba por los aires, como todo un profesional.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;A rengland#243;n seguido, citamos a todos nuestros corresponsales en Mand#233;xico y los Estados Unidos, para trabajar el fin de semana. Los hechos nos obligaban a tener la mand#225;s amplia cobertura.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;Como siempre pasa, una vez terminadas las transmisiones, todavand#237;a estand#225;bamos un poco agitados. Toma tiempo bajar de ese viaje de adrenalina. Pero cuando todo volviand#243; a la normalidad, tuve tiempo de meditar. No podand#237;a borrar de mi mente aquella imagen de Selena y Yolanda, habland#225;ndose en privado y riendo como mejores amigas. Me repetand#237;a las preguntas una y otra vez: and#191;Quiand#233;n era esa misteriosa mujer y por quand#233; le haband#237;a disparado a una muchacha tan dulce y carismand#225;tica? and#191;Quand#233; pasand#243; dentro de la habitaciand#243;n 158 del motel Days Inn? and#191;Cuand#225;l fue el factor que provocand#243; esta tragedia? En ese momento me propuse dar con las respuestas. Nunca pensand#233; que me tomarand#237;a tanto tiempo encontrarlas.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;Pasadas las diez de la noche hora del este, escuchand#233; un grito tan penetrante como el que por la tarde anunciand#243; que a Selena le haband#237;an disparado. and#8220;and#161;Ya se entregand#243;!and#8221;. Me di vuelta a la pared de nuestra redacciand#243;n donde hay unos veinte televisores y vi a Yolanda multiplicada en todas las pantallas. La policand#237;a le tirand#243; una chaqueta encima para protegerla de las cand#225;maras y de la lluvia. John Morales haband#237;a acertado. Estaba diluviando.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;Aunque los oficiales la subieron a toda velocidad en una patrulla y se la llevaron, cada segundo pareciand#243; una eternidad.andlt;BRandgt; andlt;BRandgt;En ese instante, presentand#237; que and#233;ste no era el fin, sino el comienzo de la historia.