Synopses & Reviews
Synopsis
De nuevo el padre, lentamente levanta el brazo derecho y se ala, agresivamente a la multitud, en ese momento bastante disminuido y asustado, vocifera: - Malditos, malditos de la tierra de Oconi Hijos de Satan s, sentencio sus cuerpos y almas a la oscuridad y las tinieblas Lo juro por el alma de Dios y la sangre derramada de Cristo, en la cruz; entregado a los romanos por la casta criminal sacerdotal jud a, en nombre de Dios, para que fuera castigado y cruelmente asesinado; desde hoy, recibir n el mismo castigo de los jud os, por la eternidad- Al pronunciar estas ltimas palabras, se escucha en el cielo un pavoroso y espantoso rugir de un trueno, gruesas gotas de lluvia empiezan a precipitarse desde el cielo, desat ndose el infierno con salvajes truenos y rel mpagos. Solo estruendosos y horribles truenos, una tenebrosa oscuridad cubri el lugar. El viento enfurecido, levantaba grandes polvaredas, moviendo los rboles como si quisiera arrancarlos de la tierra. A pesar del fuerte viento y lluvia, la gente no se mov a, el miedo los manten a paralizados El padre Francisco sigui vociferando. Su voz, pese a la intensidad de la lluvia, el rugir del fuerte viento y los pavorosos truenos, segu a llegando con claridad a los o dos de los habitantes de Oconi. - Nunca, nunca, tendr is paz Las generaciones que surjan de su sangre y de su carne vagar n en la tragedia y la muerte; por la sangre derramada de Cristo. La muerte violenta, los males que se me atribuyen con el cual ofenden mi majestad, engendros del demonio, los perseguir n el resto de sus vidas, incluyendo la vida que procreen; a los descendientes de los descendientes Sus casas ser n destruidas e inundadas en agua y la sed los abrazar hasta lacerarles la garganta. El agua cristalina y oscura rodear al pueblo de Oconi, provendr de la gran laguna gris. Los r os ocultos brotar n debajo de la tierra, transform ndose en la gran arrasadora. Ser n gobernados por el "Inicuo". Desde las sombras crear la violencia y maldad infinita, y revuelta. La tierra gris, centro del demonio, no existir m s. Se transformar en tierra negra, pestilente, seca y dura, convertida en la tierra del mal y la muerte. La roca antigua que vida dio a la Tierra, pero esta vez traer la muerte, no habr piedad. Ser el signo y la esclavitud de sus almas, cuerpos y corazones. Primero el fuego voraz, har su parte del pacto maldito. El pueblo retroceder a las tierras altas, m s all de hoy, que caer en ruinas. Terminar su malignidad, despu s del siglo XXI y no dejar vida conocida. La soledad se adue ar del lugar que provocar la estampida de la bestia. La bestia negra, que la tierra gris saldr , devastada y triste cobijar , desatando la muerte y la plaga de la destrucci n. Tres bestias, es la clave amorfa y pestilente: la blanca, la negra y la rojiza. Saldr de ah por las noches y buscar n las alturas, y en la sabana galopar n desesperados; buscando el amor perdido y se saciar n con la muerte. Castigar a los descendientes de los ancestros de la maldici n y la maldad. Antes del amanecer volver n veloces y feroces por el fracaso, la p rdida de lo desconocido y jam s visto. Fuego y colores trasmutados y confusos: la rojiza, solo ella se podr mirar, si eres alma noble y buena. El Inicuo, estar dotado y facultado para comunicarse con los ausentes y desconocidos del mundo de la maldad, en el inframundo. Para que haya el perd n, que en la sabana estar , si se sabe buscar; se hallar ; una vez ocurrida las dos tragedias: agua y fuego. La Tierra se poblar , crecer de hombres y mujeres que vivir n en la intriga y el odio. Se salvar n las almas nobles y quienes logren ver el espejo del bien; encerrado en las rejas y la rojiza bestia. Celaje invisible que ser el ojo del bien. Los que huyan y no vuelvan, caer n en la misma desgracia de los que permanecieron; alcanzados por las sombras de la maldici n de las alm