¿Por qué es tan importante la Navidad?
Es la mayor festividad anual en todo el mundo. Otras celebraciones duran un solo día, pero el clima de celebración de la Navidad se extiende durante todo un mes, es decir, la duodécima parte de un año. Durante la temporada de Navidad miles de millones de personas abandonan sus quehaceres rutinarios para adornar sus casas, enviar tarjetas con mensajes navideños, comprar regalos, ir a fiestas de Navidad, asistir a servicios religiosos, cantar villancicos, ver programas especiales de la televisión dedicados a la Navidad y hacer largos viajes para reunirse con sus familias. Los espectáculos y los sonidos de la Navidad inundan el ambiente. Hay establecimientos, e incluso profesiones que se dedican exclusivamente a la preparación y celebración de esta fiesta. Cuando llega la Navidad, uno no puede ignorarla. Está por todas partes.
Si uno se pone a pensarlo bien, es increíble que el nacimiento simple y sin pretensiones de un bebé campesino, ocurrido hace dos mil años en el Medio Oriente, haya causado tal conmoción: aun hoy, su cumpleaños causa congestiones de tránsito en lugares como Nueva York, Tokio y Río de Janeiro.
Quizás nunca te hayas dado cuenta de que cada vez que revisas tu calendario, mencionas una fecha o la escribes, estás usando a Jesucristo como punto de referencia. La historia se basa en Cristo para dividir los tiempos en AC (antes de Cristo) y DC (después de Cristo). Cualquier otro acontecimiento en la historia y cualquier fecha actual en tu agenda, se cuentan a partir de los días y años que han transcurrido desde que Jesucristo vino a la Tierra.
¡Hasta tu cumpleaños está fechado por el de Cristo!
La noche en que Jesucristo nació en Belén, un grupito de pastores humildes cuidaba tranquilamente sus rebaños de ovejas en un campo cercano. Mirando las estrellas, nada parecía ser diferente de tantas otras noches. Pero lo que estaba a punto de ocurrir transformaría no sólo las vidas de los pastores, sino también millones y millones de otras vidas. El mundo no volvería a ser igual. De repente, un resplandor brillante iluminó el cielo, y un ángel de Dios apareció sobre ellos y comenzó a hablarles. A los pastores les pareció increíble y sintieron un miedo mortal.
La Biblia nos presenta el relato de la primera Navidad:
En esa misma región había unos pastores que pasaban la noche en el campo, turnándose para cuidar sus rebaños. Sucedió que un ángel del Señor se les apareció. La gloria del Señor los envolvió en su luz, y se llenaron de temor. Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. Esto les servirá de señal: Encontrarán a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre». De repente apareció una multitud de ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían: «Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad».
Lucas 2:8-14 nvi
El ángel dijo que la Navidad traería «mucha alegría...¡para todo el pueblo!» ¿Realmente es así? Para muchas personas, prepararse para la Navidad parece más un fastidio que un motivo de alegría. Es más bien una causa de estrés. La llegada de la Navidad redunda en más presión, no en regocijo. Es una obligación, no un placer. Padecen la Navidad, en lugar de disfrutarla.
Hay muchas razones por las cuales podrías sentirte molesto, solo o incluso deprimido durante la temporada navideña. La sola idea de pasar un tiempo con algunos parientes extraños te podría resultar aterradora. Tal vez, las relaciones con tu familia son tensas e incómodas. Quizás no tienes con quién pasar esta Navidad. La Navidad puede traerte el recuerdo de seres queridos que ya no están, cosas que has perdido, penas que has sufrido o cambios que han ocurrido en tu vida. Es posible que la Navidad no forme parte de tu trasfondo religioso o que no tengas ninguna convicción espiritual; de modo que te incomoda ver que otros celebren la Navidad. Tal vez, sólo estás exhausto y desgastado por todo lo que te ha pasado a lo largo de este último año. Dios está profundamente interesado en cómo te sientes en esta Navidad, y yo también. Es por eso que he escrito este libro.
ndependientemente de tus orígenes, religión, problemas o circunstancias, la Navidad es realmente la mejor noticia que puedes recibir. Debajo de todo el ruido y el espectáculo que se genera en torno a la temporada navideña, subyacen algunas verdades sencillas y profundas que pueden transformar positivamente tanto tu vida aquí en la tierra, como tu vida en la eternidad. En este momento, lo más importante es que entiendas las implicaciones de la Navidad para tu vida.
Si eres capaz de serenarte unos minutos, de tomarte el tiempo suficiente para leer este breve libro, y te detienes a considerar el propósito de celebrar la Navidad, podrás recibir y disfrutar del mejor regalo de Navidad que jamás te hayan dado. El regalo de Navidad que Dios te ofrece.
El regalo de Navidad que Dios te ofrece tiene tres cualidades que lo hacen singular. La primera es que se trata del regalo más caro que hayas recibido jamás. Es inapreciable. Jesús lo pagó con su propia vida. La segunda, es que se trata del único regalo que te durará para siempre. Finalmente, es un regalo extremadamente práctico que usarás diariamente durante el resto de tu vida. ¿Te gustaría aceptarlo?
No estás leyendo este libro por accidente. Dios planeó tu nacimiento y antes de que nacieras, sabía que llegaría este momento. En efecto, quizás toda tu vida hasta hoy haya sido una preparación para recibir el regalo de Navidad que Dios te ofrece.
La noche de la primera Navidad, el ángel anunció que el nacimiento de Jesús tenía tres propósitos:
¡La Navidad es un tiempo de celebración!
¡La Navidad es un tiempo de salvación!
¡La Navidad es un tiempo de reconciliación!
The Purpose of Christmas © 2008 Rick Warren