Synopses & Reviews
Synopsis
PR LOGO: LA POES A ES SU RELIGI N
Creo en la inspiraci n; creo en el poder supremo de la poes a. Las palabras lo pueden todo. Ellas son capaces de crear universos de la nada, tambi n pueden destruirlos en un instante. Existen las palabras que viven presas en sus significados m s comunes, y existen las palabras que son sin nimos de libertad. Fundamentalmente nos estamos refiriendo a los prop sitos del escritor. Podemos utilizar las palabras como simples herramientas que dan forma a nuestro oficio; tambi n podr amos privilegiar la intr nseca belleza de esas palabras para adentrarnos en el mundo del arte. El artesano limita, condensa palabras; el artista las redime, permite que fluyan libres. La poes a se encarga, en t rminos de Arist teles, de todo aquello que "podr a ser". Los l mites no existen; en cualquier caso, depender n exclusivamente de nosotros mismos.
La poes a es posibilidad infinita, eterna creaci n. Los poemas son cristales muy especiales que nos permiten vislumbrar lo que est al otro lado del significado. Un poema es ritmo, un poema es una ventana que te concede el privilegio de observar la belleza que da vida a todas las cosas. Un poema es una escalera que te conduce a las alturas m ximas del lenguaje.
En el lenguaje com n, en la prosa, lo nico que importa es el significado. Las palabras existen en funci n de esa acepci n espec fica que buscamos obtener. Hay que convencer de algo a alguien, a cualquier precio. All las letras yacen aprisionadas, condenadas a su amargo destino. En la poes a los vocablos vuelan libres, persiguen el ritmo en aras de alcanzar su original belleza. Las mismas palabras que son esclavas en un discurso, pueden vestirse de gloria cuando se transforman en poes a.
Un poema es tiempo arquet pico. Es perfecci n. Es el instante que vivimos ahora mismo y es el pasado; es el futuro y lo que jam s fue. Si bien es cierto que en los poemas encuentras nombres, personajes, historias, tambi n es verdad que la belleza trasciende cualquier clase de frontera. La poes a nos pone en contacto con la esencia misma del ser humano; la poes a nos permite dejar atr s los l mites propios de nuestra condici n. Las palabras nunca mueren, ellas siguen siendo donde ya no hay nada m s. Las palabras no necesitan que las recuerdes; no quieren que las acompa es a ning n lugar; no esperan de ti m s que tu indiferencia. Podr as sorprenderlas, podr as devolverles su libertad.
Si escribes poes a, si admites que la poes a escriba por ti, las ideas se entrelazar n hasta deslumbrarte con su brillo. Reclamar n formas que ni siquiera imaginaste. Si conf as en la inspiraci n, ella danzar para ti.
Podr as escribir pensando en los lindos ojos de esa mujer; tal vez tus palabras sean en honor a la libertad. A lo mejor escribes tratando de descifrar lo que es el amor; de pronto tu intenci n es versar alrededor de lo que simboliza el tiempo. La poes a siempre te asombrar con sus designios. T decides cu l ser el trazo inicial en la pintura, tendr s que estar listo para escuchar las indicaciones que el color quiera hacerte. A veces el resultado final no es m s que el comienzo.
Se convierten en poes a esas palabras que te atormentan el alma, eso que debes escribir para no morir. Si es poes a lo sientes en el coraz n. Si es poes a es inspiraci n. Si los dioses hablan, la poes a es su religi n.
Diego Armando Arciniegas Malag n